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El edadismo es “más que un problema de salud pública”: afecta al “acceso a la vivienda, al empleo y en la economía”

Las implicaciones que tiene nuestra forma de pensar, sentir y actuar tanto frente a nosotros mismos como respecto al resto de personas en función de la edad resulta determinante en múltiples ámbitos como el laboral, el económico y el interpersonal, entre muchos otros, y se ha asentado como un fenómeno presente en el día a día de jóvenes y mayores.

El edadismo agrupa una serie de creencias y normas que repercuten negativamente a diferentes grupos etarios y que, con frecuencia, se perpetran de forma inconsciente ante el alto nivel de arraigo y asimilación en sociedades como la europea, y provocan graves problemas de salud mental en las víctimas.

Los estereotipos, los prejuicios y la discriminación conforman las tres dimensiones mediante las que se gesta y manifiesta el edadismo. La oficial técnico de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Vânia de la Fuente-Núñez, explica a 20minutos que el edadismo “es más que un problema de salud pública, afecta a todas las facetas de nuestra vida y está presente en ámbitos como los medios de comunicación, el acceso a la vivienda y empleo, en la tecnología o en el sistema judicial”.

La experta advierte que en español se equipara el edadismo solo a la discriminación por edad y “es un error, puesto que obviamos a otras dos dimensiones importantes del edadismo como son los estereotipos y los prejuicios”.

“En Europa, una de cada dos personas es edadista hacia las personas mayores”

Según el ‘Informe Mundial sobre el Edadismo‘ que la Organización Mundial de la Salud ha elaborado con el fin de proveer a los lectores y empresas de información y estrategias para paliar los efectos de este fenómeno, la prevalencia a nivel europeo indica que las personas mayores y jóvenes son las más afectadas, “pero son los jóvenes los que reportan más edadismo” pese a que “una de cada dos personas es edadista hacia las personas mayores”.

“El edadismo está presente en todos los sitios y todos hemos crecido en sociedades edadistas que utilizan la edad para categorizar y dividir a la sociedad y eso significa que ahora tenemos un papel para cuestionar esos estereotipos con los que hemos crecido y que utilizamos a diario”, indica De la Fuente, que señala que las sociedades donde se presentan mayores tasas de edadismo “se encuentran en países con ingresos medianos o bajos, aunque siguen presentes en todo el mundo“.

Las tres teorías que explican cómo nos afecta el edadismo

Existen diversas corrientes teóricas que explican cómo se gesta y cómo nos afecta el edadismo en función de a qué grupo etario pertenezcamos y qué rol espera la sociedad que desempeñes.

La doctora De la Fuente explica que las tres más respaldadas son las teorías del ‘Manejo del Terror’, la ‘Amenaza entre Grupos’ o ‘Teoría Intergrupal’ y la teoría de la ‘Encarnación de Estereotipos’.

La teoría del ‘Manejo del Terror’ sugiere que el edadismo se produce como consecuencia de nuestro temor a la muerte. Esta teoría intenta explicar por qué existe el edadismo hacia personas mayores, que “plantean una amenaza existencial a los demás porque recuerdan que la muerte es inevitable y nuestro temor puede generar reacciones negativas hacia las personas mayores“.

La ‘Amenaza entre Grupos’ o ‘Teoría Intergrupal’ explica que los individuos nos relacionamos de un modo hostil hacia las personas de otros grupos etarios, sobre todo “cuando se percibe que los grupos diferentes del propio plantean una amenaza hacia el nuestro”.

“El edadismo empobrece la calidad de vida de la persona e impulsa el aislamiento social y la soledad”

En relación con las personas jóvenes, esta teoría explica que este grupo etario pueda representar una amenaza a las personas de mediana edad “ante sus valores, sus principios o en términos de competitividad a nivel laboral“, indica.

La teoría de ‘Encarnación de Estereotipos’ explica cómo somos edadistas hacia nosotros mismos: “Alrededor de los cuatro años ya somos conscientes de los estereotipos que están presentes en la cultura según grupo etario, empezamos a conocer los estereotipos y los vamos usando para orientar o guiar nuestras relaciones con otras personas, cómo nos sentimos, cómo actuamos y los empezamos a implantar contra nosotros mismos”, indica la doctora.

Los grupos estigmatizados tienden a asimilar los estereotipos acerca de sí mismos que se muestran en la sociedad, dando lugar a “autopercepciones negativas que pueden influir negativamente en la salud”. Se ha visto este impacto nefasto en todas las edades, pero sobre todo “acontece en las personas mayores”.

Los jóvenes y los mayores, los más afectados en el entorno laboral

El edadismo está presente en todos los grupos etarios, con especial incidencia tanto en las personas que han ingresado en el mundo laboral recientemente como en las más experimentadas.

“Son las personas mayores las que tienden a sufrir edadismo para llegar a tener empleo y son las personas jóvenes las que tienden a sufrirlo una vez ya se encuentran en el empleo“, explica De la Fuente.

En el caso de los jóvenes, considera que “en muchas ocasiones hacen el mismo trabajo que una persona de mayor edad y cobran poco, como en el caso de los eternos becarios, que tampoco tienen acceso a los mismos beneficios que el resto de la plantilla”. “También se tienden a cuestionar más las voces de las personas más jóvenes en el entorno laboral, a minimizar sus contribuciones”, añade.

“Por motivos de edad se obtienen menos oportunidades de empleo o de promoción en tu lugar de trabajo”

La doctora explica que, en el caso del edadismo en el mundo laboral, las gráficas reflejan que los grupos etarios donde más casos se notifican son los jóvenes y los mayores, formándose una gráfica en forma de ‘U’: “Tendemos a sufrir más edadismo en el entorno laboral a los 20 años, y luego, otra vez, a los 59 o 60”, explica.

Este fenómeno no solo incide en los bolsillos de los trabajadores y de sus familias, “también afecta a la economía de las grandes empresas” y a los diferentes sistemas de salud de los distintos países, lo que provoca un coste extra y un serio déficit en la atención sanitaria.

En la pandemia provocada por la COVID-19, “la edad se ha utilizado como criterio único para el acceso a recursos fundamentales como respiradores o acceso a unidades de cuidados intensivos”, denuncia De la Fuente.

Además, la doctora explica que las personas mayores son el grupo etario “más heterogéneo” y la “tendencia a homogeneizar el grupo invisibiliza los distintos problemas que existen que tienden a aplicar criterios únicos y sistemáticos a toda una población muy diversa“.

La investigadora insiste que, según los datos que maneja su organización, “dos currículos en los que la única diferencia es la edad pueden recibir diferentes resultados en un proceso de selección” y, según tu edad, “puedes obtener menos oportunidades de empleo o para tener una promoción en tu lugar de trabajo“.

Graves problemas de salud mental entre los afectados

Este fenómeno tiene un impacto muy negativo “en nuestra salud y en nuestro bienestar”, afectando de una forma más intensa en los mayores “que tienen una actitud negativa frente al envejecimiento”, estima la doctora.

De la Fuente indica el edadismo está asociado con una muerte más temprana: “Las personas mayores que tienen una actitud negativa frente al envejecimiento tiene una probabilidad mayor de morir frente a aquellas con percepciones más positivas

En relación con la salud mental, los síntomas del edadismo en personas mayores están asociados a “un incremento de síntomas depresivos y al deterioro cognitivo”. La doctora señala que también está relacionado con hábitos poco saludables como “no tomar medicaciones prescritas, aumentar el consumo de alcohol y fumar más”.

Según la doctora, los resultados de las investigaciones de la OMS “muestran una relación del edadismo con el empobrecimiento del bienestar y de la calidad de vida de la persona aumentando el aislamiento social y la soledad“.

 

FOTO DE CAPA: Eduardo Parra – Europa Press

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